¿Cómo miden los astrónomos las distancias a estrellas y galaxias?
Los astrónomos han desarrollado una seria de técnicas para medir indirectamente las enormes distancias entre la Tierra y las estrellas y las galaxias. En muchos casos, estos métodos son matemáticamente complejos y requieren largos cálculos con ordenadores, pero todos comienzan con dos simples conceptos: paralajes y la "ley del cuadrado de la distancia".

El paralaje es el efecto visual que se produce cuando a medida que un observador se mueve, los objetos cercanos parecen variar su posición relativa a objetos más lejanos. Este suceso tan común se puede apreciar en un simple experimento:  observa uno de tus dedos a la distancia de tu brazo alargado con un ojo cerrado primero y luego con el otro. El "movimiento" aparente de tu dedo respecto a los objetos de fondo se produce por el cambio en la posición desde la que miras - los ocho centímetros que separan tus ojos.

Puesto que la Tierra da vueltas alrededor del Sol, los astrónomos usan el mismo principio para determinar la distancia a estrellas cercanas. De la misma manera que sucede con tu dedo, las estrellas que están cerca de nosotros parecen moverse respecto a otras más lejanas, las cuales parecen estar fijas. Midiendo cuidadosamente el ángulo que parecen recorrer las estrellas, y conociendo cuánto se ha movido la Tierra, los astrónomos utilizan geometría básica para estimar la distancia a las estrellas.

La ley del cuadrado de la distancia es otro método usado para medir distancias. A pesar de que su nombre puede sonar complicado, se trata simplemente de una manera matemática de describir un efecto muy simple - una luz que está cercana a ti es más brillante que si se situa más lejos. Para ser preciso, si dos estrellas idénticas se situan de forma que una está al doble de distancia que la otra, la estrellas más lejana parecerá cuatro veces más débil- la disminución en brillo es la distancia al cuadrado. Los astrónomos utilizan esta relación con estrellas que son muy similares en edad y composición, comparando su brillo; si una es nueve veces menos brillante que su hermana gemela, entonces por la ley del cuadrado de la distancia, sabemos que debe estár tres veces más lejos.