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Mercury
Un vistazo a Mercurio
Descubrimiento
Conocido desde la antigüedad
Nombre
Mensajero de los dioses romanos
Distancia promedio del Sol
35,983,095 millas
57,909,175 km
0.387 Unidades Astronómicas
Masa
0.055 veces la masa de la Tierra
Diámetros del ecuador
3,032 millas
4,879 km
Duración del día 
58.65 días terrestres
Duración de un año
0.24 años terrestres
88 días terrestres
Gravedad de superficie
0.38 de la Tierra (si pesamos 100 libras, en Mercurio pesaríamos unas 38 libras.)
Lunas conocidas
Ninguna
Planetas cuadro comparativo

Exploración

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Mercurio

Mercurio, diminuto y poblado de cráteres, es el planeta más cercano al Sol.  Es más grande que Plutón pero más pequeño que las lunas más grandes de Júpiter y Saturno.  Si la Tierra fuera del tamaño de una pelota de béisbol, Mercurio sería del tamaño de una pelota de golf.

Big Impact Craters scar the surface of Mercury. 
Big Impact Craters scar the surface of Mercury.

Grandes cráteres de impacto marcan la superficie de Mercurio.  Encima: en esta imagen de radar, el punto rojo en el polo norte de Mercurio señala la posibilidad de agua congelada.  Imagen superior: un mosaico de Mercurio del Mariner 10 revela cráteres, cuencas y grietas en su superficie

La superficie de Mercurio se parece mucho a la de la Luna.  Está cubierta de cráteres de impacto, antiguos canales de lava y líneas de fallas sísmicas.  Precipicios de una milla de altura se extienden a lo largo de cientos de millas por la superficie del planeta. La enorme cuenca de impacto Caloris, de 800 millas (1300 km) de diámetro, decora uno de los lados del planeta.

La masa de Mercurio es sólo el seis por ciento de la terrestre, pero los dos planetas tienen aproximadamente la misma densidad.  Mercurio está dominado por su núcleo de hierro, que contiene el 70 por ciento de su  masa.  Puede que el núcleo esté parcialmente fundido, lo que explicaría la presencia del débil campo magnético de Mercurio, sólo un uno por ciento del que tiene la Tierra.  Encima del núcleo, Mercurio tiene un fino manto y la corteza.

Un fino pero fuerte viento del Sol levanta partículas de la dura superficie de Mercurio, creando una delgada atmósfera alrededor del planeta.  Las partículas escapan rápidamente al espacio, mientras el constante viento solar levanta más material de la superficie. 

Mercurio gira alrededor del Sol más rápidamente que cualquier otro planeta.  Su órbita es una gran elipsis, dura 88 días y acerca al planeta a 29 millones de millas (47 millones de km) del Sol, para luego colocarlo a 44 millones de millas (70 millones de km).

En el siglo diecinueve, los astrónomos sabían que la física de la época no permitía predecir correctamente la trayectoria orbital de Mercurio.  Siguió siendo un enigma hasta 1915, cuando Albert Einstein, usando su nueva teoría de la gravedad, la Relatividad General, predijo correctamente la órbita de Mercurio y explicó la razón de los anteriores errores: Mercurio está tan cerca del Sol que su órbita está afectada por la “curvatura” del espacio creada por el potente campo gravitacional del Sol. 

Desde la Tierra vemos el mismo lado de Mercurio cada vez que pasa más cerca de nuestro planeta.  Por eso, durante mucho tiempo, los astrónomos pensaron que el ciclo del planeta estaba conectado con el del Sol, es decir, que su día y su año tenían la misma duración.  Pero no es así; en 1965, observaciones de radar mostraron que Mercurio completa tres giros sobre su eje por cada dos órbita alrededor del Sol. 

La superficie del planeta sufre drásticas oscilaciones de temperatura.  De día, puede alcanzar 700 grados Fahrenheit (315 C).  De noche, la temperatura desciende a -300 F (-183 C). 

Observaciones de radar sugieren que puede haber agua congelada en cráteres a la sombra en los polos de Mercurio.  Estas regiones nunca ven el Sol, por lo que el hielo no se vaporizaría en el espacio.

Nuestra distancia a Júpiter y su proximidad al Sol dificultan su estudio con telescopios desde la Tierra.  Sólo es visible justo después de la puesta de sol o antes de la salida de sol, obligando a los astrónomos a observarlo a través de la espesa y turbia capa de la atmósfera terrestre.

Sólo un vehículo espacial ha visitado Mercurio.  El Mariner 10 voló por el planeta tres veces en 1974 y 1975 y cartografió aproximadamente la mitad de la superficie de Mercurio.  El vehículo espacial Messenger, de la NASA, se encuentra en pleno viaje a Júpiter, con un recorrido largo y complicado, y debería entrar en órbita en 2011 para una misión de un año en Mercurio, el menos explorado de los planetas interiores del sistema solar.