Planetas exteriores: El reino de los gigantes

La región de más allá del cinturón de asteroides es un reino de gigantes. Sin embargo, es un reino que estuvo oculto a la inspección científica durante la mayor parte de la historia de la humanidad, y que sólo ha empezado a aclararse en las últimas décadas.

One of Saturn’s moons appears to hover above the planet’s rings.

Una de las lunas de Saturno parece cernirse sobre los anillos del planeta, que forman una fina línea horizontal en el centro de la imagen. Los anillos proyectan sombras en la región del polo norte de Saturno, que muestra una capa de neblina azulada encima de la atmósfera del planeta.

La región exterior del sistema solar contiene cuatro planetas. El más grande es Júpiter, cuyo diámetro es unas 11 veces el de la Tierra. A pesar de su gran tamaño, sólo dos de estos planetas son visibles sin instrumentos ópticos; los otros son tan remotos que no fueron descubiertos hasta después de la invención del telescopio.

Los descubrimientos de Urano y Neptuno ampliaron las fronteras del sistema solar conocido y dieron a los astrónomos nuevos mundos para observar. Sin embargo, los planetas están tan lejos que, incluso a lo largo de gran parte del siglo veinte y con los telescopios más grandes, parecían poco más que dos manchas de luz verde-azulada.

Los gigantes empezaron a aclararse un poco con la llegada de la Era Espacial. El primer vehículo espacial exploró Júpiter y Saturno en las décadas de 1970 y 1980 y, a finales de la década de 1980, un vehículo, el Voyager 2, continuó hacia Urano y Neptuno. Más tarde, vehículos más sofisticados se aventuraron hacia Júpiter y Saturno. Al mismo tiempo, el Telescopio Espacial Hubble empezó a proporcionar vistas más claras desde la órbita de la Tierra, mientras que la tecnología de la Era Espacial permitía imágenes más nítidas con los telescopios terrestres.

Combinando los proyectos de investigación realizados desde la Tierra o en el espacio, se pueden apreciar unas semejanzas sorprendentes entre los cuatro planetas gigantes.

Probablemente, los cuatro planetas tienen núcleos densos de roca y metal rodeados de capas de elementos más ligeros. En el caso de Júpiter y Saturno esas capas consisten fundamentalmente en hidrógeno y helio. Urano y Neptuno tienen menos de estos gases y mayores concentraciones de elementos más pesados, aunque los cuatro planetas se conocen como “gigantes gaseosos”.

La rápida rotación de estos planetas estira las nubes que coronan su atmósfera en unas bandas que rodean el globo, algunas de ellas más grandes que la Tierra.

Cada planeta tiene un gran acompañamiento de lunas, y algunas de ellas son mundos interesantes por derecho propio. Io, la luna de Júpiter, está cubierta de cientos de volcanes, algunos de los cuales producen lava cientos de grados más caliente que la producida por los volcanes actuales de la Tierra. Otra luna de Júpiter, Europa, parece contener un océano de agua líquida debajo de su helada corteza, haciendo que sea un objetivo para la búsqueda de vida más allá de la Tierra. La Luna más grande de Saturno, Titán, está envuelta en una atmósfera fría y espesa rica en componentes orgánicos.

Además, los cuatro mundos están rodeados de anillos, aunque la mayoría son oscuros y delgados. Es probable que los anillos sean los residuos de lunas pequeñas o cometas pulverizados por colisiones con otros cuerpos.

En las próximas décadas, las nuevas tecnologías y vehículos espaciales permitirán a los astrónomos estudiar con más detalle los planetas y las lunas de este majestuoso reino de los gigantes.